Aquí presentamos un pequeño decálogo de opciones cotidianas que pueden permitirnos pasar del dicho al hecho y dar sentido práctico a la “R” de reducir:
- Lleva tus bolsas a la compra
- Bebe agua de grifo: evitarás un montón de botellas de plástico
- Compra a granel (ver "Vuelve el granel")
- No imprimas… si no es imprescindible
- Huye de los los productos sobreempaquetados y de los monodosis (botellitas & capsulitas, no gracias)
- Rellena… y vuelve a rellenar
- Para llevar el bocata, mejor el portabocadillos (ver "Cómo hacer tu portabocadillos")
- Los cubiertos, mejor de metal… y los vasos, de cristal (¿lo decimos más claro?: vasos, platos, cubiertos desechables… ¡no gracias!)
- Alarga la vida de las cosas (ver "La cuarta R: reparar")
- Evita el desperdicio de alimentos, planificando tus menús, sirviendo las cantidades justas de comida, congelando las sobras… (ver "Consejos para evitar el desperdicio de alimentos")
Si ya has incorporado todos estos gestos a tus rutinas domésticas… ¡deberías pedir una rebaja en tu tasa de basuras!
@PacoHerasHern
Hola, pueden darme un procedimiento para realizar compostaje? Cabe mencionar que los residuos orgánicos que se producen en casa son huesos de pollo, semillas de frutas, cascaron de huevo y cascaras de frutas y verduras... Ah vivo en un departamento, no tengo patio o terraza, lo usaría en macetas. Saludos y me encanta el blog.
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