"Antes de cambiar el mundo, da tres vueltas por tu casa". (Proverbio chino)


Hogares verdes es una iniciativa dirigida a personas preocupadas por el impacto ambiental y social de sus decisiones y hábitos cotidianos que promueve el autocontrol en el consumo doméstico de agua y energía, propone medidas y comportamientos ahorradores y fomenta una compra más ética y más ecológica



lunes, 17 de diciembre de 2012

30km/h: Receta para recuperar las calles

La imagen que ilustra este post representa un deseo para el próximo 2013 y simboliza la aspiración de conseguir que en nuestras ciudades, hoy sometidas a la tiranía del coche, se generalice una velocidad de circulación máxima que sea compatible con las personas.
Pero ¿por qué 30 km/h? La elección de este límite no es casual y repasamos a continuación los muchos beneficios que traería consigo su implantación:

·         Menos muertes en accidentes: Está acreditado que esta reducción de velocidad salva vidas. Desde 1983, cuando se estableció como proyecto piloto la primera zona 30 en la ciudad alemana de Buxtehude, muchas zonas 30 en toda Europa han probado que el número y la gravedad de los accidentes se reducen considerablemente.
Diversos estudios han demostrado empíricamente esta obviedad, concluyendo que las posibilidades de morir en un atropello pasan de un 45% a un 5%  -9 veces menos- cuando la velocidad del vehículo baja de 50km/h a 30km/h. En esa diferencia, nos jugamos muchas vidas.[1]

·         Más viandantes y bicicletas: La pacificación del tráfico motorizado permite la coexistencia del coche con las personas que caminan o circulan en bicicleta. El miedo al tráfico es el argumento principal que esgrime una mayoría de ciudadanos para no utilizar la bicicleta, así que una ciudad calmada favorecerá que más personas se animen a adoptar los medios de desplazamiento sostenible.
·         Más protección para los más débiles: Niños, ancianos y personas con alguna discapacidad, son los sectores más vulnerables y, por lo tanto, también los más castigados en ese entorno hostil en el que se han convertido nuestras calles. Son estos grupos, pues, los que se beneficiarán especialmente de una movilidad general más relajada.
·         Ambiente menos ruidoso: Dos de cada tres residentes en ciudades españolas medias o grandes viven en ambientes sonoros considerados inaceptables. Reducir la velocidad del tráfico rodado -responsable del 80 % del ruido urbano- a 30 km/h reduciría asimismo el ruido ambiente en 3 decibelios.
·         Menor congestión: Las calles urbanas, por mucho que algunos se empeñen, no son compatibles con velocidades altas pues están cuajadas de “obstáculos” (semáforos, pasos de peatones, incorporaciones de otros vehículos…) que imponen continuos cambios de ritmo (frenazos y acelerones). Contrariamente a lo que se cree, una menor velocidad general contribuye a un flujo de tráfico constante, con menos atascos.
·         Mejor calidad del aire: El tráfico lento pero fluido, sumado al menor uso del coche favorecido por un contexto de movilidad calmada, contribuirán a reducir la contaminación atmosférica, y por tanto a una mejora general de la salud.

La extensión del límite de 30 km/h a toda el área urbana (a excepción de aquellas zonas en las que la limitación deba ser mayor, por ejemplo 20 km/h) es importante para garantizar un cumplimiento generalizado. Diversas ciudades en España han adoptado la medida sólo en determinadas zonas, calles o puntos (por ejemplo, entornos de colegios) [2], pero la violación de la norma es habitual dado que la velocidad interiorizada por los conductores urbanos es la de 50 km/h.

El pasado 4 de diciembre se presentó en Madrid una Iniciativa Ciudadana Europea con la propuesta de reducir a 30 km/h la velocidad máxima en núcleos urbanos de toda la Unión Europea. La adopción generalizada, en toda Europa, de una velocidad de circulación estándar en ciudad favorecería un cambio de percepción ciudadana y de comportamiento de los conductores y supondría un paso decisivo para extender una cultura de convivencia vial.

Para conseguir que la Comisión Europea debata sobre esta propuesta se necesita reunir 1 millón de firmas en un año. En nuestro país se espera alcanzar las 50.000, ¿a qué esperas para estampar la tuya? Firma aquí por unas calles habitables: http://es.30kmh.eu/



[1] De hecho, en 2009, la DGT, en su empeño por poner freno a la siniestralidad urbana, inició negociaciones con la FEMP para promover una ordenanza municipal común que fijaría el límite de 30 km/h para un 80% de las calles de las ciudades.
[2] Hay que destacar una brillante excepción: Pontevedra, tras una década de cambios urbanísticos para devolver la ciudad al peatón, es la primera ciudad española que, en 2010, estableció el límite de 30 km/h en todas las vías urbanas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario